Pesquera, corazón de la Ribera del Duero
La gastronomía castellana se basa en productos de la tierra, de altísima calidad y preparados según sencillas recetas tradicionales. Embutidos, quesos, sopas, legumbres y asados son un estupendo maridaje para los vinos de la Ribera del Duero.
En concreto, en la zona del albergue “Hosting Duero” el asado de lechazo churro es el rey de la mesa. Su origen se remonta a los tiempos en que Roma imperaba en la Ribera del Duero. Hoy, este cordero lechal cuenta con la Indicación Geográfica Protegida (IGP) otorgada por el Consejo Regulador del Lechazo de Castilla y León. Este sello, además de garantizar la calidad del propio producto ayuda a hacer más viables unas explotaciones totalmente adaptadas a los ecosistemas tradicionales y que respetan el medio ambiente.
Su modo ideal de preparación es asarlo lentamente en horno de leña con aceite de oliva, agua y sal. Como acompañamiento, los expertos recomiendan únicamente una ensalada de lechuga aliñada con sal, aceite y unas gotas de vinagre. También son muy populares las chuletillas a la brasa de sarmiento. Los día de fiesta y las reuniones veraniegas al aire libre son el escenario perfecto para su elaboración.
El queso de oveja es otra de las delicias que podrás disfrutar en Pesquera de Duero. “Camino a la Ermita” es la quesería del pueblo. En ella podrás adquirir las distintas variedades de esta vianda que se puede servir como broche de oro en un menú puramente castellano.
En cuanto a los dulces, Pesquera cuenta con una receta autóctona: Las Ciegas. Aceite de oliva, harina, yema de huevo, aguardiente y un vistoso y sabroso baño de merengue suizo hecho de clara y azúcar, son los componentes de este esponjoso manjar. Una receta con más de 200 años de antigüedad, que es una seña gastronómica de la localidad y orgullo de quienes regentamos el albergue, pues fueron nuestras antepasadas quienes comenzaron a elaborarlas.